PROGRAMA GALÁPAGOS

Ubicadas a 965 kilómetros de la costa de Ecuador en el Océano Pacífico, las icónicas islas son famosas por su biodiversidad y han sido un laboratorio viviente para el estudio de la evolución durante casi dos siglos. Las islas están lo suficientemente cerca del continente como para que las plantas y animales hayan logrado llegar a ellas. Al mismo tiempo, están lo suficientemente alejadas del continente y entre sí como para que, una vez que las plantas y animales llegan, se aíslen y evolucionen en especies nuevas y únicas.

Gran parte de las islas está protegida por el Parque Nacional Galápagos. Creamos una reserva en San Cristóbal, llamada Los Petreles, para proteger las áreas de anidación del Petrel de Galápagos, que está en peligro crítico. Las islas están rodeadas por una reserva marina, creada en 1998. Recientemente ayudamos a establecer y crear un plan de manejo para una nueva reserva marina que conecta las Galápagos con la Isla del Coco en Costa Rica. A pesar de estos niveles de protección, muchas especies aún están amenazadas y algunas ya han desaparecido. Hoy en día, las especies invasoras son la mayor amenaza y la más difícil de resolver.

En Floreana, la sexta isla más grande del Archipiélago Galápagos, estamos liderando el esfuerzo de restauración más ambicioso e importante jamás realizado en una isla tropical habitada. Una vez que eliminemos a los depredadores invasores introducidos, como ratas y ratones, reintroduciremos 12 especies que desaparecieron de la isla hace generaciones, comenzando con la Tortuga Gigante de Floreana.

 

 

Las Islas Galápagos son famosas por su biodiversidad y han sido un laboratorio viviente para la investigación.